Siempre el afecto llega despacio,
o aparece en tu cómodo rincón,
galopando veloz sin aparente motivo .
Siempre el cariño llega despacio,
sin avisar siquiera,
levantando espumas,
y después como briosos corceles
trotamos desembocados,
en el abrazo deseado,
a veces prohibido
y nuestros corazones trotan
cuando nos amamos como amigos
con el descaro de la vida ,
sin nada que ocultar,
mientras una mirada impávida,
busca con torpeza una explicación,
en medio de sus prejuicios,
y eso que no han leído estos poemas prohibidos.
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