lunes, 15 de febrero de 2010

10

Cuando una noche de viernes
me siento a escribirle a nadie,
y a todas las personas que amo,
te recuerdo ,te sueño,
pienso que alguna vez estuvimos juntos,
y que alguna vez,
el viento nos llevará al mismo valle.
Pero al dia siguiente,
un sábado cualquiera,
me veo al espejo,
como me lo pediste,
para saber que estaba solo,
intrínsecamente solo,
sentado frente al pequeño espejo
y que eso no estaba bien
ni mal y que existía
y soy feliz mientras escribo,
y percibo , a lo lejos
el sonido de la vida
en los cantos de los pájaros,
en la tibieza de este sol de verano.

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