domingo, 19 de junio de 2011

Como una gaviota mirando el horizonte


Una tarde lluviosa,
una tarde de domingo,
pensando en ti
como la gaviota piensa el horizonte,
una tarde lluviosa,
en que te siento tan lejos
y tan cerca,
mientras el silencio se hace noche,
y yo solitario sigo volando hacia ti,
la noche se acerca
y no se ven las milpas altas,
pero se, que estas allí,
al otro lado de este mar,
esperándome como se espera la caída del sol,
y la gestación de la luna,
al atardecer, en estas montañas milenarias
donde construiremos nuestro hogar.

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