domingo, 6 de mayo de 2007
No escucho el eco de mi voz
No escucho el eco de mi voz,
reinan los silencios que viajan como ignorancia
entre la comodidad de la cama y los sueños,
como aquella pesadilla en la que alguien nos resuelve el problema
pero despertamos sudando horrorizados.
A que país viajó la rebeldía,
¿ por que el guerrillero solo vive en la camiseta?
Se me va la voz en un silencio sin causa,
se me va la voz... en el viento, al pasar,
mi voz se hace eco que vaga sin destino entre los acantilados,
y golpea las montañas,
que devuelven mi voz que no llega a los míos.
¿Adonde han viajado los ecos colectivos que se hicieron rebelión?
Se me va la voz en un silencio cautivo,
se me atragantan verdades en las cavernas del cuello,
el aire no se hace voz.
Como explicar que cada vez que votamos morimos,
que no podemos delegar el poder a la avaricia,
por el mágico acto, por la mas cruel de las ficciones,
porque no existe acto mas inconciente que votar,
porque viajamos a ciegas por el espacio
como estrellas peregrinas,
cuando le entregamos a alguien nuestro destino.
No hay mayor ignorancia mayor que la militancia,
la que no razona ni piensa, solo sigue órdenes,
como los borregos siguen al pastor,
los diputados al Presidente.
Hoy nos llevan a votar,
nos llevan a aprobar que el libre comercio nos hará libres,
entonces, adonde queda la verdad,
que como mi voz rebota entre las lúgubres penumbras
que no rompen su silencio cómplice.
¿Quienes han robado la voz al pueblo?
La verdad perdida ¿quién la recogerá?
Recuperará su voz este pueblo mío,
en la calle, en la barricada, en la mesa familiar,
donde la verdad aun puede ser dicha sin temor.
Esta noche de domingo ha hablado el presidente,
al oído le ha dicho dos palabras a su hermano,
dos palabras comunes, dos palabras gastadas.
De ser dichas una y otra vez,
hacen germinar la esperanza, solo en palabras,
sin tierra fértil que las nutra.
Vocablos que la lima de la historia ha pulido.
Palabras que de viejas son nuevas,
palabras en el muro de la ciudad intransitable,
palabras en la pared, palabras de respuesta silenciosa:
No al TLC, la Patria no se vende, la patria se arrulla cada día.
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