EL PUEBLO DE DIOS

Mi pueblo tiene unos pies fuertes
hechos para largos caminos,
mi pueblo tiene pasión por la justicia,
ese ardor por la verdad,
mi pueblo tiene sentido, inteligencia,
desenmascara los desechos,
de la cultura burguesa, con esta pregunta:
¿Qué pasará con los pobres mas pobres?

Mi pueblo tiene unas rodillas fuertes,
para soportar el peso de sus errores,
como servir en las elecciones al amo equivocado,
mi pueblo tiene el alma buena,
que renueva las células cibernéticas, ciberneuróticas,
esa paz sin alma de los ejecutivos.
Mi pueblo es simple como un árbol de papaya,
da sus frutos dulces,
mi pueblo tiene botas de hule,
sandalias de pescador.

Los triunfadores postburgueses,
-en cambio y para distinguirse-
calzan zapatos italianos,trajes ingleses,
no dan frutos, solo lástima,
carecen del bastón de la verdad
para transitar por estas empedradas lomas,
donde aun se escucha,
el sermón de la montaña.
como sentencia final contra la globalización,
por eso mi pueblo cristiano
buscará su paz en la verdad de Jesús,
¡bienaventurados los pobres!
Es el el grito de guerra
de la nueva sociedad.