lunes, 15 de febrero de 2010

29

Yo era un ruiseñor con las alas
quebrantadas,
que buscaba flores entre las malezas,
en viajes nocturnos donde perdia el rumbo.
Mi amor se sostenia con pocas raíces superficiales, casi aeróbicas,
sabía que una suave brisa,
podía derrumbarlo todo,
en un instante.
Trataba cada día de perder el color,
me dejaba morir sin saberlo,
en una esperanza gris, maloliente,
queria dejar la vida una noche cualquiera,
dejar mi madera entre la maleza,
para que un dia cualquiera,
alguien tomara mi cuerpo,
en una playa desierta,
y sus astillas pudieran calentar su noche,
mientras volaba con la brisa para terminar de morir, hecho cenizas,
pero tu, sin saberlo, cambiaste el guión,
y no sé como agradecerte, más que. escribiéndote estos versos.

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