Me pìdes que abra mi corazón,
que deje entrar a las sirenitas,
a la profundidad de mis venas,
me pides que confie en ti,
que me deje llevar por tus manos.
Me dices dices amiga mía,
que el camino al otro mar,
es abrir el alma,
pero todo el dolor y la nostalgia
de mi soledad se rehusa a morir,
para volver a nacer.
Me dices amiga, que en esa tormenta
los dias no se detienen y que mi nave
está en peligro,
y que por eso, me tomaste por el pelo,
y me halaste a la orilla de la vida.
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