viernes, 8 de julio de 2011

Ayer


Ayer tuvimos un día de esos,
¡como creo que deben ser todos los días!,
Una jornada donde las manos se juntan para construir,
los pensamientos se unen en la montaña como brumas.
y se hacen flor, orquídea y esperanza húmeda.

Ayer celebrábamos el regreso imaginario,
la recuperación del tiempo estancado en el tiempo,
ayer, el abrazo fue inmenso, inmaterial, extraordinario,
aunque solo nos tomamos de la mano unos segundos.-

Ayer, las llamadas no interrumpieron la magia,
ayer, fue nuestro día entre de los días comunes,
después de los días inertes, de los días de resignación y ausencia.
Ayer con el canto de millones de perseidas,
con el vuelo de los pájaros y las mariposas invisibles,
que solo tu y yo vemos-, ayer conversamos,
Ayer, con la complicidad de los pensamientos de montaña,
te ame en silencio olvidando el beso y la piel
tomándonos un café mientras discutíamos el libro que aun no se escribe
pero nadie nos veia y las sillas parecían vacías.

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